18 mar 2012

Partido al medio

Vélez había dado vuelta un 1-0 y ganaba 3-1, pero faltando 10 minutos, y con una defensa muy inestable durante todo el partido, Unión lo empató. Fue 3-3, un empate con sabor a derrota.


Después de la victoria ante Olimpo el pasado Lunes, que había dejado al Fortín segundo a dos puntos de Tigre, Vélez se tenía que trasladar hasta Santa Fe para tratar de llevarse los tres puntos que, de darse un empate entre Tigre y Estudiantes que jugaban en simultáneo, lo dejaba en lo más alto de la tabla. Para eso Gareca paraba a los mismos 11 que jugaron el Lunes, con Bella reemplazando a Augusto Fernández por la banda derecha.

Pero la cosa empezaba mal, con Unión haciéndose dueño de la pelota y acechando contra el arco que defendía Barovero. Vélez, que trataba de jugar por abajo, era víctima de la presión rival y de la defensa muy cerrada, y no podía llegar con claridad al arco defendido por Bologna. Y para empeorar la situación, tras un córner ejecutado por Paulo Rosales y una mala salida de Barovero, Erramuspe conectaba de cabeza y ponía el 1-0 para los tatengues. El panorama era oscuro, porque los jugadores no hacían pie en el campo de juego y Unión se agrandaba. Pero cuatro minutos después iba a llegar una jugada por el medio en la que Óbolo se la bajaba a Martinez, y después de filtrarse en el área, Bologna le convertía penal. El encargado de patearlo era el Burrito, que le había cecido la oportunidad a Óbolo la fecha pasada pero no la pudo aprovechar. Como acostumbra el burro, pateó abajo a la derecha del arquero, que no llegó por poco. Vélez sacaba un gol de la galera y empataba un partido en el que no había hecho méritos aún. Después de ese gol de Martinez, el partido dió un giro completo, y Vélez pasó a ser el que dominó el encuentro, teniendo la pelota a partir de la distribución de Zapata (de gran partido) e Insúa, y haciendo la diferencia con Martinez en la última línea, pero sin tanta profundidad. Y el Fortín lo daría vuelta, cuando Ivan Bella, como imitando el gol del pasado lunes, tiró un centro-arco que se metió en el segundo palo, y Vélez pasó a ganar 2-1, resultado con el que finalizaría el primer tiempo, sin hacer demasiado pero siendo contundente.

En la segunda parte, Vélez salió a jugar como a todos nos gusta, a los toques, por abajo y llegando con mucha gente. De esa forma llegaría el tercer tanto del equipo, en donde después de una gran jugada colectiva, Zapata la metía para Martinez, quién la bajaba al punto del penal para la entrada de Insúa, que terminaba la jugada definiendo en soledad. Vélez ahora ganaba 3-1, y parecía tener en sus manos el partido. Mauro Óbolo iba a tener la chance para meter el cuarto en un mano a mano, pero no pudo impactar bien la pelota y se fue bastante desviada. Y Unión, con más ganas que fútbol, fue para adelante, complicando a un Vélez que estuvo flojísimo en defensa, la parte del equipo que mejor rendimiento venía teniendo este año. Los tatengues a los pelotazos complicaban al Fortín que no respondía bien de arriba, y que de a poco iba retrocediendo en el campo de juego. Así, desde un tiro de esquina llegaría el descuento de los locales, en donde la peinaban al segundo palo, y Erramuspe entraba solo por atrás y ponía el 3-2. Vélez tenía grandes falencias defensivas, sobre todo por la banda que 'defendía' Cubero y por arriba, en donde siempre ganaban los jugadores tatengues y hacían peligrar el arco del Fortín. Gareca, advirtiendo la ofensiva de Unión que se acercaba cada vez más, hacía casi los mismos cambios que contra Olimpo: Pratto, Canteros y Cabral ingresaban por Bella, Zapata y Martinez, para darle más aire al equipo, suponemos. Pero los locales volverían a golpear nuestra valla, y sería nuevamente desde un córner, en donde Paulo Rosales tiraba un centro, y tras un despeje y un remate a medias, Pablo Magnín definía y, tras una floja respuesta de Barovero en donde la pelota le pasó entre las piernas, Unión empataba el encuentro. Un golpe durísimo para el Fortín, que ahora debía volver a hacerse cargo de la pelota, y de la mano de Canteros y Cabral, trataba de llegar tocando al área. Fueron varias las que tuvimos: Dos de Pratto, que con dos remates lejanos hizo estirar a Bologna que tapó dos pelotas espectaculares, y una muy clara de Insúa que tuvo de cabeza la victoria del Fortín, pero no pudo impactar bien y se fue desviado. Unión también respondía por la vía en donde más facilidades tenía, con un cabezazo luego de un córner, en donde Barovero respondía más que bien enviándola a la esquina. Finalmente, ninguno pudo sacarse ventajas, y el encuentro terminó 3-3.

Resumiendo, el equipo estuvo partido en dos: De la mitad de la cancha para adelante, en ataque, Vélez fue una maquinita. Se lo vió tocando, jugando colectivamente y llegando con mucha gente al ataque, desde Zapata que organizaba desde atrás hasta Martinez que tuvo un partido bastante bueno y hacía peligrar en los últimos metros, agregando a Papa que subía por la banda. Y de la mitad de la cancha para atrás, donde la defensa, que venía muy sólida, tuvo el peor partido en lo que va del año. Cubero más que flojo, los centrales no ganaban de arriba, y la ayuda del mediocampo que no era demasiado buena, hicieron que Unión nos complique con muy poco, y de hecho, que se lleve un empate casi milagroso, que para ellos es muy valioso por la tabla de abajo, y que a nosotros nos dejó una sensación de derrota, por tener el partido en las manos, y porque además Estudiantes y Tigre habían empatado, y Vélez tenía la chance de quedar como líder. Ahora, a trabajar nuevamente en la semana, que se viene la revancha contra Deportivo Quito, por la cuarta fecha de la Libertadores.


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