El Fortín viajó a San Juan después de la agotadora vuelta desde México, y con un equipo casi alternativo le ganó por 3-1 a San Martín. Con goles de Pratto, Velázquez y un tanto en contra de Grabinski, Vélez quedó a un punto de Newell's y Boca, los líderes del torneo.
El partido en sí fue planteado por Gareca como un mix, donde se podía notar la falta de juego, sin Augusto Fernández ni el Burrito Martínez, y con David Ramírez recién volviendo de la lesión.
Barovero como de costumbre ocupó el arco y cumplió una tarea sólida. En defensa, descanso a Cubero y Domínguez. Gino Peruzzi reemplazó al Poroto con suficiencia, quizás sin poder pesar tanto en ataque, pero redondeando una buena actuación. Tobio, como de costumbre, mostró firmeza y tranquilidad para jugar la pelota. Papa hizo la banda izquierda, y se volvió a sufrir las espaldas por su sector.
En el medio, el doble cinco (muy dinámico) fue Cabral y Canteros, que no pudieron terminar de redondear una tarea demasiado buena ya que las descargas eran Cerro por la derecha (cumplidor, pero con poca generación de juego) y Ramírez (que sólo apareció a cuentagotas, desconectado). Arriba, Pratto y Óbolo aportando sacrificio, pero sin poder conectarse demasiado.
Los cuyanos salieron a hacer lo que ya casi todos le hacen a Vélez, volviendo a encender la señal de alarma. Presión asfixiante en el medio, dejar el juego en manos de los centrales hasta que sólo puedan tirar el pelotazo, marcar de cerca a los delanteros para no dejar recibir. Es bueno decirlo, el triunfo es justo, pero sigue sin sobrar nada, se perdió un poco esa sorpresa en ataque. Por suerte siguen acompañando apariciones individuales.
El primer gol vino después de una linda jugada colectiva, donde Ramírez, sin dudas en su mejor intervención. Insúa en un jugadón le cedió el gol del 2 a 1 a otro ingresado, Bebu Velázquez, que coronó una buena actuación con una buena asistencia a Pratto y el gol definitivo. A pesar de todo, sigue siendo destacable que estos partidos se ganen, pero las advertencias están.
Tres puntos importantes que vienen a Liniers, con algunos jugadores que pudieron descansar, y esperando ayuda en el torneo local, y quedar lo más arriba posible en la Libertadores. Sin el terrible potencial del 2011, pero con la fe intacta, nuestro Fortín sigue recorriendo este 2012 a paso firme. Vamos Vélez carajo!!!
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